Inflación
La inflación que estamos viviendo en México comenzó siendo una enfermedad local, porque nuestro país ya se tenían problemas económicos antes de la pandemia, que se agravaron con las medidas tomadas en los últimos dos años, poniendo en riesgo, nuevamente a las pymes.
El programa para controlar el incremento de precios en la canasta alimenticia, que se dará a conocer el próximo 4 de mayo, requiere de mayor esfuerzo y una amplia participación de empresas.
El sector comercio en pequeño rechaza que el gobierno federal pretenda fijar precios de garantía en productos seleccionados de la canasta básica para enfrentar el problema de la inflación, ya que, afirma es en “control de precios” que distorsionan al mercado y lo que se requiere es la estabilidad de los mismos.
Las pymes han tenido que reformular, nuevamente, la estrategia de negocios para lograr la supervivencia ante la inflación que podría alargarse hasta 2023, pero ¿cuáles son las mejores opciones?
El mundo actual no tiene todavía esas características. La producción mundial de alimentos es, cuando menos en papel, suficiente para alimentar a toda la población del mundo.
Estamos iniciando un nuevo año y por lo mismo, las entidades, con o sin fines de lucro, productivas o de servicio, gubernamentales o no gubernamentales, tienen expectativas y planes para realizar a corto y largo plazo
A raíz de la pandemia y los estragos que ha dejado a su paso, México está viviendo una de las peores crisis de inflación en los últimos 20 años, que se acentuó desde principios de noviembre.
La inflación es uno de los impuestos más caros que paga el sector productivo; en especial, las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Mipymes), las cuales representan 99% de los negocios del país.
Inicia un periodo de uso de palabras financieras contables que parecieran salir de un idioma antiguo, coeficiente de utilidad, cuenta de utilidad fiscal neta, en fin; unas más complejas para explicar que otras.
