Burnout
¿Debe considerarse el burnout como enfermedad de trabajo? Esa es la respuesta que responderá el Senado y de ello depende que se incluya como el padecimiento 162 en la tabla de enfermedades de la Ley Federal del Trabajo (LFT), un marco regulatorio que nunca se ha modificado en más de cinco décadas de vigencia.
Las organizaciones en México deben analizar si están desarrollando estrategias enfocadas en el bienestar de sus colaboradores, físico, emocional y financiero, con el objetivo de responder al estrés laboral que se ha incrementado a raíz de la pandemia, al mismo tiempo de cumplir con los lineamientos que marca la autoridad, sobre todo lo que está relacionado con la NOM-035.

El apartado QD85 Burnout del nuevo listado de la OMS lo define como el “resultado del estrés crónico en el lugar de trabajo, que no se ha manejado con éxito”.
Ha sido durante el confinamiento y el home office obligado por la pandemia del Covid-19, cuando más se han incrementado los niveles de estrés, así como otros problemas de salud.
Durante la pandemia, aumentó el estrés, ansiedad y depresión que a su vez generan problemas físico.
La crisis por el coronavirus ha incrementado el desgaste profesional, o síndrome de burnout (que podría traducirse como estar quemado laboralmente).
Es primordial que el líder ayude a crear ambientes sanos y descifre qué está provocando disgusto en los trabajadores.
El síndrome de burnout se presenta en las personas que viven al límite, física y emocionalmente, en el entorno laboral y normalmente desencadena una patología.
